Páginas

4 de junio de 2012

Gracias, "compañero"

Había empezado este curso con un poema sobre los problemas suscitados por el Gobierno de la Comunidad de Madrid en la enseñanza. Hoy, el curso empieza a dar boqueadas y los problemas se irán agravando y enquistando, por lo que las palabras de este, llamémosle así, otro poema llevan otra música y otro espíritu, aunque parecida urgencia.

No hemos sabido, no hemos podido, no hemos querido hacer todo lo posible. Escoja quien lea lo que prefiera; pero no olvide que se peca por acción y por omisión. No olvide, tampoco, que quizá no basten los saraos, las proclamas y otras limosnas. No bastan unos pocos gestos para defender una idea ni un derecho.

Añado, mientras escribo, que ya me está escociendo el mismo hecho de escribir. Y añado, para que no se me malinterprete, que soy funcionario de carrera.

Hay quien jalea a la comadre
y al compadre torero
por orejas y rabo
que han cortado a los interinos.
Se salvan los bilingües,
que llaman wine al vino.

Mas no acaba ahí la faena:
expectativos cubrirán suplencias,
y las matemáticas del ajuste
pueden ser tan perfectas
que el número de desplazados
recuerde que todo es efímero.

Tú bailarás al compás,
vestido o no de verde,
de quien se mea en el calzón,
de quien piensa que cinco
o más víctimas, carne de cañón,
no ofenden su profesionalidad.

Te mandaría a tomar viento
a ti que dijiste que no podías,
a ti que dices que no puedes.
Pero, aguardando a que te den
donde más parece dolerte,
te doy las gracias, "compañero".

 

14 comentarios:

  1. Que no te pueda esa gasa de pasividad y resignación que parece envolvernos, que cada día sea el día que el mensaje de la marea verde se extiende entre más ciudadanos. Somos muchos los que no aceptamos este atraco a la educación pública ¡y cada día seremos más! ¡Sumamos, de eso estoy segura!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te agradezco en las entretelas los ánimos. No me resigno, aunque algo de pasmo y estupor, más que de pasividad, me inunda según los días.

      Eliminar
  2. Esta lucha nunca acaba. Nos han empujado y hemos rodado escaleras abajo muchos escalones, pero hay que levantarse, magullados, y reemprender el ascenso. Por nosotros, por nuestros hijos. Me avergüenza decirles a mis hijas que les dejaré un mundo peor que el yo recibí de mis padres porque no fui capaz de parar a estos hijosdeputa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto, vecino.

      Lo veo muy crudo, pero más de una vez he dicho: antes despellejado que rendido.

      Eliminar
  3. Ni maestra ni profesora, pero comulgo con la #mareaverde. Sin una escuela pública de calidad perdemos todos. Por supuesto aplaudo la crítica mordaz y, si me permites, sagaz, que discurre por el poema.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Teresa.

      Esta causa necesita también de mucha gente como tú.

      Eliminar
  4. Majos los compañeros, sí, y aún así los hay tan limitados que aplaudirán cuando den con su culo en la calle. Y sonreirán cuando sus hijos sean todavía más "parvos" que ellos mismos.
    Es una placer comprobar cómo consigues sacar un poema de algo tan lamentable.
    Salu2

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tengo algún "compañero" que sigue diciendo que trabajaba más en la concertada. Otros, que decían no poderse permitir hacer huelga, planeando el verano y no precisamente en la casa del pueblo.

      Me ha llegado, especialmente en estas horas, que uses la palabra "parvo", muy frecuente en el hablar de una compañera con la que trabajé un tiempo y a la cual admiro.

      Gracias por lo último que dices. Hay que tener en cuenta que ando entre versos, mejores o peores, desde que era un crío.

      Eliminar
  5. Comparto todo lo dicho y me preocupa seriamente el porvenir de mi hijo y todos los niños y adolescentes que sin tener culpa de nada, lo van a pasar muy mal.

    Excelente poema.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Juanjo.

      Ay esos pequeños. Qué poco les preocupan, no solo a quienes nos malgobiernan, sino también a muchos mierdas con quienes trabajo.

      Eliminar
  6. Pues deberían preocuparles, al fin y al cabo, cuando ellos sean ancianos, uno de esos pequeños será su médico, o su banquero, o su alcalde, o el delincuente que les dará un golpe en la cabeza para quitarles la cartera.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay quien tiene un concepto asnal de lo que significa vivir el presente.

      Eliminar
  7. Qué mal entendidos están los intereses, como si el futuro de una planta dependiera solo del metro cuadrado de tierra en el que crece. Ánimo, profe.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando las anteojeras no dan para más, eso sucede.

      Los ánimos, según el día.

      Eliminar

Piénselo bien antes de escribir